domingo, 17 de marzo de 2013

Mis lecturas de marzo

"El Extranjero" de Camús para la tertulia literatia
El regalo de San Valentin para Dani (él nunca me regala nada porque ya se sabe... esos días son un invento de los centros comerciales y bla bla bla... Él no necesita un día, puede regalarme algo cualquier día: O SEA, NUNCA)
El regalo de mi comunista favorito: Ramón de Olorón que me trajo Tomás de su parte.
El libro de memorias personales del padre de una de mis mejores amigas que me sorprende por lo interesante que puede llegar a ser una vida "anónima" y "normal".
Y el que se está leyendo Dani, de Reverte (Javier).

No  se, ninguna me mola mucho la verdad. No es como cuando coges un libro que te engancha y  no lo puedes dejar y luego sigues leyendo y leyendo... Estoy deseando leer el último de Montero (Rosa)
Es un poco triste todo.
Y más hoy, que llueve.
Un pobre carbonero ha entrado en casa sin querer y no hacía más que pegarse golpes en el cristal porque por el que le habíamos abierto nosotros no había manera de que lo viera...
Al final ha salido.
Espero que no pensara que esta casa era una trampa
Era bastante desesperante verlo tan agitado. Chillando y queriendo atravesar el cristal sin acabar de comprender nada...
Como la gente desesperada que acaba suicidándose sin entender como han llegado a esa situación desesperada...
-Si yo he trabajado toda mi vida hasta que me quedé en la calle. Si he pagado mis impuestos. Si nunca he hecho mal a nadie... como puede ser... como puede ser... no lo entiendo... no lo entiendo.... me quiero morir.... me quiero morir... Ya no vale la pena nada
Y mientras responsables de su situación (en parte, en esa parte contratante de la primera parte que entenderá porque para eso han ido a la UNI de pago más cara del país y han hecho el master en el resto del UNI-verso-Privado) pasan por su lado: -Otro que se suicida. Que engorro que corten la calle. Tendré que dar un rodeo y me voy a perder media hora de esquí... que fastidio ¿no? Podían prohibir suicidarse en la calle. Que se suiciden en su casa y no molesten tanto... Te lo juro por Snoppy, la próxima vez que me encuentre un muerto de estos llamó a mi papá, en Santander y nos vamos a esquiar a Suiza que allí la gente se suicida sin tanto ruido...
Es todo muy triste.
Pero hacemos como que no nos afecta
Y acaba por no afectarnos
¿Tan anestesiados andamos tod@s?
***
El ¿pobre? carbonero, al menos, tiene claro lo que quiere: VIVIR EN LIBERTAD

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