¿Es que 1200 personas (si, nada de 300 muertos y 900 desaparecidos) casi todas mujeres, pobres, cobrando salarios de miseria y trabajando como semi-exclavas... no le importa a nadie?
¿Cuantos pobres tienen que morir sacrificados al DIOS DINERO para que nos sea una cifra a tener en cuenta en los titulares, en las políticas de las empresas que compran ropa al tercer mundo, en los políticos que no solo lo permiten, si no que lo alientan "es el mercado", a los consumidores que solo miramos el precio... o "la moda" al precio que sea pero que, curiosamente, también la cosían ellas, y las seguirán cosiendo sus hijas y, si seguimos así, las hijas de sus hijas...?
Yo me indigno y me siento culpable a partes iguales.
¿No sirve de nada recordar cada año, lo que pasó el 8 de marzo del 1908?
Por favor, la próxima vez que vayas a comprar piensa primero y pregúntate dos cosas:
- ¿Realmente lo NECESITO?
- ¿En qué condiciones ha sido elaborada esa prenda: manufacturación, distribución, venta?
Quizá no seamos más que una gota en el océano de los consumidores pero, ya sabes lo que puede lograr una gota, después de otra: deshacen hasta la roca más dura...
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Foto de Luna a un lavavo de su cole
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