miércoles, 15 de mayo de 2013

Hacia su vida, con la sombra del Monte Oroel

Hacia el colegio con Jaky.
Hacia el horizonte, juntas, en Abay.

Mis dos hijas raramente se aburre. Tienen su mundo propio. Algunas desventajas ya tiene. Pero la realidad es que solo necesitan su imaginación para volar.
Y yo me alegro de ello.
***

1 comentario:

VaNe dijo...

Esa es la ventaja de ser niños... y lo que los adultos jamás deberían olvidar.
UN ABRAZO
.-VANE-.