trozos de alas de libélulas
un lápiz y una goma
alguna pastilla de almas
(normal después de tanta galleta)
y lecturas que nadie nombró
También hay un papel de envoltura de chicle
(mis queridos ansiolíticos de siempre...)
Y el aire que lo envolvía todo
un aire con muchas ganas
de trasmitir algo más que solo
conocimientos
Trasmitir cultura
¿Cómo demonios se hará?
Una respuesta está en Ballobar.
Y una flor
que no me olvide de la humilde
margarita
que allí apareció
que no me dijo la verdad
la verdad es que nadie le preguntó.
Mis bolsillos son un mundo
quizá pequeño
pero es el mio.
El particular mundo de mis bolsillos. Algo se quedará en ellos después de Ballobar o, al menos, eso espero. ***
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