Imagino que cada vez recibiría menos cartas, aunque las mías seguían pasando por su panza amarilla.
Imagino que es más cómodo y barato utilizar algo que muchos (no todos) ya tenemos en casa como es la conecsión a Internet
Imagino que es parte de la privatización mas o menos encubierta que está dejando al estado cada vez más vacío, otorgándole más y más poder a la empresa privada.
Mi hija Alba nos confesó un día que ella, de pequeña, se imaginaba que, cuando echaba una carta al buzón, seguía su recorrido por tuberías subterráneas que iban a dar al buzón de cada vecino.
Es una bonita fantasía. Las cartas, como palomas mensajeras subterráneas, viajando solas hacía su destinatario.
En su lugar solo quedan las baldosas recién colocadas. Pasa totalmente desapercibido. Estoy segura que más de uno ni se habrá dado cuenta. Pero yo echo de menos su presencia y las cartas que no pasarán por el, ya tienen nostalgia de algo que no han conocido.
2 comentarios:
Con la ilusión que hace recibir una postal, cartas hace mucho que no me llegan.
Primero quitaron cabinas de teléfono, ahora buzones ¿lo próximo? Como dice el famoso poema ¿nosotros?
Besos Porras
El correo ordinario es al electrónico lo que la música en directo a los mp3, cds, etc.
Yo todavía uso el correo ordinario: postales en vacaciones, cartas pidiendo respeto por los derechos humanos a gobiernos de medio mundo e incluso algunos años felicito las Navidades.¡¡Resistid buzones!!
Franché.
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