Hace muchos, muchos años, en un pueblecito donde todo eran formas geométricas, vivía una niña a los que todos llamaban Caperucita Cuadrada porque, su abuelita Dª Recta se había inventado una capa con capucha cuadrada queriendo imitar a Agata Ruiz de la Prada...
Su madre la llamó desde la cuadrada ventana de su cúbica casa:
-Caperucita, Caperucita cuadrada, ¿Qué se te olvidó? ¿No le llevas a tu abuela la maqueta de Moneo que le ha llegado hoy por correo?
-¡Así mamá! Gracias por recordármelo. Si no se la llevo, a la abuelita le da un mareo.
-Pero no te entretengas con las piedrecillas cuadradas del camino... Y cruza a prisa el bosque. Ya sabes que allí no hay formas geométricas y no te puedes fiar de los seres de la naturaleza... no hay forma de medirlos y nunca se sabe como van a actuar...
-Si mamá, no te preocupes...
Y caperucita salió tan contenta saltando y bailando por el recto camino que más adelante se adentraba en el bosque, volviéndose sinuoso a medida que entraba en la naturaleza mas salvaje...
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