Me da la sensación de tener q ir pidiendo perdón:
- X tener los pechos grandes (y usar escote)
- X no depilarme (y ¡horror! ir todos los días a nadar a la piscina)
- X dirigirle la palabra a gitanos e inmigrantes (sin tener nada imprescindible q hablar con ellos/as, solo por el placer de conversar)
- X tantas y tantas cosas...
PERO RESULTA Q NO ME DA LA GANA
Los q nos creemos con alma de poeta (no digo yo q lo sea) tenemos cierta tendencia a sentirnos inútiles... pero es la fábula de la hormiga y la cigarra q nos han metido con sangre en la cabeza.
¿K sería de las hormigas sin música para su alma?
Besos, todos los posibles



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