Son ganas de contradecirme

Me siento una privilegiada (Enero 2008)

Me siento una privilegiada
Al sentarme en mi escritorio de persiana
y mirar por mi ventana
Ver Oroel nevado
con un fondo de nubes rosadas
Los cazadores cargan sus escopetas
en sus ruidosos todoterrenos
y, ellos, aun con lo poco que me gusten
están más en armonía con la naturaleza que yo
Bien calentita en mi casita
gastando energía
para escribir algo
que nadie va a leer
y mucho menos comer
Algunos pasean a sus perros
respiran el aire fresco y juguetean con ellos
Yo aquí estoy sentada
con dos gatos porque es más cómodo
y no hay que pasearlos
pero a veces pienso
que tanta comodidad
va en contra de la felicidad

Me contradigo, lo reconozco.

El fin de semana pasado firmo una declaración de "no cazador" en ecologistas en acción y hoy pongo aquí que están más en armonía con la naturaleza que yo. Escribo que nadie lo va ha leer y lo cuelgo en un blog... la vida es contradición. No hay que alarmarse. Hay que tener firmes principios que sean tu base firme. No renunciar a ellos. Y a partir de allí dejar que la vida discurra sin dogmatismos ni reglas inamovibles. Dejar que la vida fluya en su propia armonía y caos. Y ahora un relato de 107 palabras:

Era consciente de estar viviendo un sueño. Aun así, el inestable mundo onírico, le pareció más real que su vida. Buceando en transparentes aguas, entre corales, notando como su piel desnuda la rozaban, con pequeños mordiscos, los múltiples pececillos de colores que nadaban a su alrededor, se sentía en su medio.
Un delfín pasó limpiamente através del circulo de pequeñas burbujas que acababa de formar. En sus ojos descubrió una complicidad extraña. Lo similar se atrae. Ella también era gris y plata. Y Saltó. Saltó por encima de preocupaciones y angustias, en algo que era más que alegría, era ella misma, se sentía plena. Se sintió feliz.