
Bueno, al tutú no se le cayeron las lentejuelas, la niña de dentro tampoco se cayó (y parecía nacida para la danza, tengo que confesar que me emocionó y la calidad de espectáculo altísima... estas profesoras se superan año a año. Verdaderas artistas) Yo no me volví loca pese a que la ley de Murfi actuó en toda su intensidad: el DÍA "D" se salió la lavadora, una jarra entera de leche se me cayó dentro del microondas...
El domingo ganó la selección (cosa que he de confesar que no me importa mucho, de hecho llevé una camiseta de Italy solo por provocar...) pero me lo pasé fenomenal inventando canciones con mis hijas en el balcón de la casa de mi hermana, mientras el sol se despedía de nosotras coloreando de rojos fuego y rosas tiernos las montañas de la Canal de Berdún...
Las vacaciones escolares han comenzado razonablemente. Esperemos mantener la calma necesaria para disfrutarlas.
Pd.-La de la derecha y pose de 1ª bailarina (-Mamá, mamaaaaaa, que yo no salgo la primera) es mi hijita Luna de cuatro interesantes y emocionantes años.



3 comentarios:
Me imagino que la que bailo fue tu hija, y tu necesitaste todo un paquete de pañuelos para limpiarte las babas, jejejeje
Enhorabuena a la madre de la futura bailarina. Paciencia y ten cuidado con el microondas. Hay que volver a lavar al río...pero los hombres. Un abrazo.
Gracias, gracias pero el merito es todo de ella...
Es curioso Barruntador, esta misma mañana le contaba yo a mis hijas como su yaya tenía que lavar en el río... rompiendo el hielo en alguna ocasión.
Por cierto que yo igual tengo que volver al río porque hasta el momento no he conseguido fontaner@... en Jaca estamos en fiestas...
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