Cuando las palabras para siempre parecían reales

Cuando las palabras para siempre parecían reales
grabábamos cintas de canciones favoritas

Decíamos nunca y siempre
con la tonta seguridad adolescente

Y nos agarrábamos a sueños
que otros tuvieron antes que nosotros


Cuando las palabras para siempre
aun parecían reales

Dibujábamos corazones con iniciales
en archivadores llenos de pegatinas

Nos picábamos clases
solo para retozar en los parques
o bañarnos desnudos en los ríos


Cuando las palabras para siempre
todavía nos parecían reales

Viajar sin decir a donde
era el mejor sueño

Tener una cama para dos
quedaba lejos
pero ya lo imaginábamos
como nuestro


Cuando las palabras para siempre
eran reales

Imaginábamos el mundo
como un viaje ininterrumpído
con un hogar al que volver
y, al lado, siempre un amigo.

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