Serie: La paz de los sexos

Ya se que todos somos diferentes. Yo misma no me reconozco en muchas de las cosas que, se supone, nos tienen que gustar a las mujeres... Pero no viene mal intentar entendernos mejor entre todos, hablando de lo que sentimos en realidad. Si seguimos pensando eso de que "todas las mujeres son unas..." o que "todos los hombres son unos..." no avanzaremos mucho.

En su día (hace ya mas de 10 años, se publicó en 1997) este artículo me ayudó y quería compartirlo.

Como es muy largo iremos por capítulos. Aquí tenéis el primero:

¿Por qué los hombres y las mujeres no entendemos?
Por Mayte Contreras
(adaptado por mi)

Ella, en cuanto tiene un problema, lo que quieren hacer es contarlo, hablar largo y tendido, dándole todas las vueltas posibles. Él, al contrario, prefiere masticarlo solo, en su guarida: ya lo solucionará. Y es que, a pesar de que seamos cada vez más iguales seguimos siendo diferentes. Sentimos distintas cosas de manera desigual. Y ahí está la gracia. El problema es cuando esas formas de ver la vida chocan en una pareja.

Las veinte claves básicas para que el hombre entienda al mujer y la mujer al hombre.

Primera de 10 claves para que la mujer entienda al hombre

Confianza y respeto de la intimidad son dos de los principios básicos par evitar roces y asegurar una convivencia larga y feliz

1.-RESPETA SU NECESIDAD DE ENCERRARSE EN SÍ MISMO.
Cuando un hombre está desorientado, en crisis, preocupado o no sabe qué le pasa necesita huir hacia dentro de sí mismo. A la mujer le resulta inconcebible que alguien en crisis no desee hablar sobre el motivo de su preocupación. Una mujer se relaja y despreocupa charlando sin remilgos ni complejos con otra, o escribiendo en su diario las ideas que le van surgiendo... Para un hombre eso sólo significa acosarle hasta poner en entredicho su propia autoestima. Si tienen algo que decirte ya lo hará, pero no le sigas hasta su cueva privada sin haber sido invitada o conseguirás que él se sienta un inútil incapaz de solucionar sus propios problemas.
Déjale a su aire, telefonea a alguien o vete a dar una vuelta. Aprovecha el tiempo para hacer lo que tu misma deseas y para lo que nunca encuentras el tiempo necesario. Dedicate a ti misma un tiempo extra.