Foto sacada de:http://www.yinyangperu.com/gordolobo.htm
No quiero
que los besos que te mando
se conviertan en veneno
como el gordolobo
que, distraidamente,
llevé a casa
el otro día...
Quiero rosas rojas pasión
y sencillas margaritas
para toditos los días
Creo en el amor
como el sostén de la creación
y sé que no estoy loca
Lo sé.
que los besos que te mando
se conviertan en veneno
como el gordolobo
que, distraidamente,
llevé a casa
el otro día...
Quiero rosas rojas pasión
y sencillas margaritas
para toditos los días
Creo en el amor
como el sostén de la creación
y sé que no estoy loca
Lo sé.
2 comentarios:
Los besos que le mandes nunca se convertiran en veneno, algo tan dulce no puede ser estropeado, llegarán a él con el mismo deseo y pasión con la que se los mandes.
Recibirás tantas rosas rojo pasión como desees y tendrás margaritas cada día, eso sí, incluso por la noche habrás de ser aquel girasol abierto con la luz del sol.
Cree en el amor y vivélo, disfruta de él y no te canses nunca.
Miles de besitos
Vine a despedirme.
Fuiste una persona especial para mí en este mundo y qué menos que decirte adiós personalmente.
No me siento con fuerzas para seguir viviendo en el desván. Necesito una existencia real, más allá de paredes virtuales.
Abrí mi espacio en este universo con la esperanza de poder comenzar una nueva vida, de conocer a personas de carne y hueso que sustituyeran todo lo que se me arrebató.
Busqué amistad, conversación, cariño, comprensión, complicidad, incluso amor; pero en un entorno cercano, que ayudara a mitigar el inmenso dolor y la terrible soledad con la que he sido condenado.
Encontré personas maravillosas, tú eres una de ellas sin duda, pero también gente que terminó por darme la puntilla como se suele decir.
La distancia terminó por pudrirlo todo además, pues me hizo caer en la desesperación de ver que todo al final se quedaba en palabras.
Así que abandono. En esta vida si algo he aprendido es que no se puede decir de este agua no beberé, por lo que no sé lo que pasará en el futuro, pero a día de hoy, pienso que es el final de Alatriste.
Necesito encontrar un nuevo aire de una vez o si no, terminaré muriendo ahogado definitivamente. Estoy al borde del precipicio y es que me siento muy mal otra vez, casi como al principio cuando Nuria me dejó.
Muchas gracias por todo lo que compartiste conmigo y fue un privilegio tenerte al otro lado. Compartir lecturas y escritos con alguien de tu talento, fue de lo mejor que me ha pasado en la vida.
Te deseo lo mejor y que la vida te dé todo aquello que mereces.
Espero que te quede algo de mí y que puedas recordarme con una sonrisa. Yo no te olvidaré.
Nunca se me dieron bien las despedidas, así que lo siento. No sé qué más decirte. Me da mucha pena todo esto.
Un abrazo y hasta siempre.
Ramón/Alatriste.
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