Este año Laura iba a conseguir que el cumpleaños de su amigo Juanjo fuera especial.
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Laura primero pensó en organizarle un concierto pero para eso, necesitaba la complicidad del resto del grupo y esos iban por libre. Ni nombre tenían. Bueno si, nombres, porque cada concierto lo habían anunciado con un nombre distinto. Claro que sus componentes cambiaban también... en fin, que no era una buena idea.
La segunda idea la tubo ojeando “El País”. Lo empezaba siempre por detrás y su primera parada era en la hoja de Agenda. Después de la sección “Gente” había un pequeño apartado al que llamaban ”Notas” que esta vez publicaba un premio literario que le venia como anillo al dedo.
-Perfecto –pensó- Cogeré todos los poemas que tengo de Juanjo y los mandaré. Me costará un poco pasarlos todos al ordenador... ¿y que pondré en el currículum? –pero estaba decidida- Seguro que gana.- Ya veía los titulares “Su primer libro publicado a los 17 años”.
Se puso manos a la obra y en unas horas tubo todo listo. Como seudónimo solo se le ocurría uno: Viento, el mismo con el que él le había firmado alguno de sus más íntimos poemas.
Justo el día del cumpleaños recibió un paquete. Como en las
bases habían puesto su dirección esperaba que le comunicaran a ella su Benedicto. Tal y como le llego lo llevo a casa de Juanjo.
- Toma –le dijo- te he pedido por catalogo un libro de un poeta que creo te gustará...
- Le vas a quitar toda la emoción – dijo él, pero su cara fue todo un poema cuando vio en letra impresa su propio nombre: “El amante del Viento” por Juanjo González.
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Laura primero pensó en organizarle un concierto pero para eso, necesitaba la complicidad del resto del grupo y esos iban por libre. Ni nombre tenían. Bueno si, nombres, porque cada concierto lo habían anunciado con un nombre distinto. Claro que sus componentes cambiaban también... en fin, que no era una buena idea.
La segunda idea la tubo ojeando “El País”. Lo empezaba siempre por detrás y su primera parada era en la hoja de Agenda. Después de la sección “Gente” había un pequeño apartado al que llamaban ”Notas” que esta vez publicaba un premio literario que le venia como anillo al dedo.
-Perfecto –pensó- Cogeré todos los poemas que tengo de Juanjo y los mandaré. Me costará un poco pasarlos todos al ordenador... ¿y que pondré en el currículum? –pero estaba decidida- Seguro que gana.- Ya veía los titulares “Su primer libro publicado a los 17 años”.
Se puso manos a la obra y en unas horas tubo todo listo. Como seudónimo solo se le ocurría uno: Viento, el mismo con el que él le había firmado alguno de sus más íntimos poemas.
Justo el día del cumpleaños recibió un paquete. Como en las
bases habían puesto su dirección esperaba que le comunicaran a ella su Benedicto. Tal y como le llego lo llevo a casa de Juanjo.
- Toma –le dijo- te he pedido por catalogo un libro de un poeta que creo te gustará...
- Le vas a quitar toda la emoción – dijo él, pero su cara fue todo un poema cuando vio en letra impresa su propio nombre: “El amante del Viento” por Juanjo González.
(Con este finalizan los relatos del concurso radiofónico "Capítulo acabado" En donde daban el pie "en negrita" (pero que me he tenido que volver a inventar porque no lo tenía) y había que imaginarse el final. A ver a que me dedico la semana que viene, quizá al ensayo...)
2 comentarios:
Muy buenos textos, gracias por la foto el otro dia, ya estamos instalados.Felices. Coño, parece un telegrama.Besos mil......
Ojalá siempre haya alguien, que se preocupe de nosotros y nuestras cosas como lo hacen de Juanjo.
Estás en todo Amparito.
Un beso.
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