(Continua... del día anterior)
Una profesora del curso presentaba un libro de relatos esa noche en la misma ciudad del examen y decidimos ir con mi hermano.
Él me llevaba en su coche y al acercarnos al lugar del accidente le tuve que gritar:
-¡¡¡PARA!!! No ves que está cruzando gente la carretera...
El susto que me llevé fue morrocotudo pensando ya en un atropello inminente...
-¡¡Pero ¿qué dices?!! Me dijo mi hermano enfadado... ¿Qué gente?
-Pues esa... -dije volviéndome para señalar a nadie, que es lo que se veía en el arcén donde deberían estar las personas que acaba de ver cruzando.
Me quedé sin palabras. Había visto perfectamente, con la perfección que puede verse en una carretera de noche, a varios hombres cruzando en fila, uno detrás de otro... pero cuando me volví al pasar por el lugar con el coche, allí no había nadie... ni vivo, ni muerto, ni atropellado...
No supe que decir... No había bebido (casi nunca bebo), ni tomado ninguna droga (ni siquiera las he probado), ni me medico, así que no supe darle explicación posible al suceso.
El día que fui a recoger las notas me volví a encontrar gente en ese mismo sitio. Esta vez en pleno día y no eran hombres, sino mujeres con niños pequeños, que depositaban en el lugar flores y velas...
Con los ojos borrosos por las lágrimas que se me acumulaban por momentos les deseé vivir su duelo de la mejor forma posible y dejar que los espectros de sus seres queridos se fueran en paz.
Una profesora del curso presentaba un libro de relatos esa noche en la misma ciudad del examen y decidimos ir con mi hermano.
Él me llevaba en su coche y al acercarnos al lugar del accidente le tuve que gritar:
-¡¡¡PARA!!! No ves que está cruzando gente la carretera...
El susto que me llevé fue morrocotudo pensando ya en un atropello inminente...
-¡¡Pero ¿qué dices?!! Me dijo mi hermano enfadado... ¿Qué gente?
-Pues esa... -dije volviéndome para señalar a nadie, que es lo que se veía en el arcén donde deberían estar las personas que acaba de ver cruzando.
Me quedé sin palabras. Había visto perfectamente, con la perfección que puede verse en una carretera de noche, a varios hombres cruzando en fila, uno detrás de otro... pero cuando me volví al pasar por el lugar con el coche, allí no había nadie... ni vivo, ni muerto, ni atropellado...
No supe que decir... No había bebido (casi nunca bebo), ni tomado ninguna droga (ni siquiera las he probado), ni me medico, así que no supe darle explicación posible al suceso.
El día que fui a recoger las notas me volví a encontrar gente en ese mismo sitio. Esta vez en pleno día y no eran hombres, sino mujeres con niños pequeños, que depositaban en el lugar flores y velas...
Con los ojos borrosos por las lágrimas que se me acumulaban por momentos les deseé vivir su duelo de la mejor forma posible y dejar que los espectros de sus seres queridos se fueran en paz.
El examen lo aprobé pero creo que aprendí más de otras cosas de la vida ese día.
***
3 comentarios:
Se me ha quedado la piel de gallina, la verdad es que si me hubiera sucedido a mi me hubiese muerto de miedo...
Me alegra tu forma de responder a la segunda vez que viste pasar gente por el mismo sitio, la verdad es que lo único que se puede desear es que estén en paz...
Besitos wapa
¡que mal rollo! y vaya descarga de adrenalina no?
Ay nena, por Dios... que cosas... y yo sola en casa... buff y un día como hoy, no se, no se....
Besitos misteriosos...
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