miércoles, 10 de diciembre de 2008

Fili


Fili (de Filiberta) anda cojita últimamente.

Es muy viejecita aunque no se los años que tiene porque llegó adulta a esta casa, abandonada y recogida por la asociación protectora de animales y plantas
Fili me acompaña en mi regazo mientras escribo
Si la acaricio lanza un bajito maullido agradecido
Mientras mi otro gato, Yeselito (de Yesel, el nombre que me salió en una regresión que hice) ronronea en la mesa del comedor, también a mi lado.
Los gatos son mágicos. Ya lo sabían los egipcios y las brujas.
Yo simplemente disfruto de su compañía.

6 comentarios:

animsai dijo...

Seguro que Fili se recupera pronto!

Besitos

Vegetable Man dijo...

buena salud para fili

Amparito dijo...

Pues no se si le habrán llegado vuestros buenos deseos pero creo que cojea ya menos
gracias amigos
Ampa

adriana dijo...

Una regresión? Cuéntame eso.... me tienes en ascuas.

cristal00k dijo...

Tu Filiberta es divina. Yo tengo dos gatas recogidas del container. Hay mucho animal de dos patas. Una blanca y gris, que es esquizofrénica diagnosticada, y es graciosísima, se llama Luna. La otra es negra y me trae flores. Lo juro. Las deja encima de mi cama. Y ultimamente trae, supermanes, batmanes y similares de los vecinitos de al lado. No, billetes, de momento no trae, pero no pierdo la esperanza. Le llamamos Misina. Tiene ese nombre, porque en principio, no nos la íbamos a quedar, sólo hasta que le encontrásemos casa... ¡ya ves!
Enfín Amparito, se hacen querer un montón ¿verdad!
Besos.

Amparito dijo...

Lo de la regresión lo dejaré para un día que esté más inspirada pero es mucho más natural de lo que parece.
Y en cuanto a los animales con los que convivimos yo también me siento animal. La suerte que tenemos los humanos es podernos comunicar... y en eso andamos.