El caballito de cielo

Veis como se pueden ver cosas maravillosas si nos paramos a mirar.

Este ser mitológico de cabeza de caballito de mar y cuerpo alado apareció justo a la hora que comíamos en una cocina en que no cabemos, pero que yo me niego a reformar quitando el acceso al balcón lo que me privaría de imágenes como estas, o poder observar a los pajarillos del bosque de detrás de mi casa, o aspirar el aire de la mañana... y mandar besos al viento.

No, no quiero hacer como todo el mundo que conozco. Una batalla perdida de antemano por estar a la última. ¿No comprenden que la definición de moda es precisamente una tendencia pasajera?

Pero eso no me convierte en mejor ni peor. Sigo perdida y espero encontrarme mirando nubes en el cielo. Me parece que la equivocada soy yo y no el resto del mundo que, al menos, hace algo.