Fili bis

Ayer fui con mi hija Luna a llevar a mi gata Fili al veterinario. Era una tarde gris y lluviosa, triste como la noticia que nos dieron tras ver la radiografía de su patita cogita.

No era artritis de viejita como yo pensaba (lleva 15 años viviendo conmigo pero ya llego adulta, abandonada, así que no se lo años que tiene realmente)

Me dijeron la palabra macabra que nadie quiere oír: cancer (tan tabú es que sale en la corrección ortográfica como inexistente)

Todo el que no tiene o ha tenido algún animal de compañía no sabe el cariño que se le puede llegar a coger. Y te dicen "pero, bueno, si solo es un animal..." y yo añadiría, como nosotros.

Pero no, no es como nosotros porque no puede hablar y quejarse. O hablar y alabar. O hablar y pedir. O hablar y agradecer. Su comunicación es distinta.

Ahora Fili mira a las letras que aparecen en el ordenador. Está en mi regazo como cada mañana y yo pienso que al menos no sufre dolor. Que su vida ha sido (y es todavía) la de una gata privilegiada como yo. Y que juntas compartiremos los días que vengan.

"Nadie es tan viejo que sepa que no va a vivir un día más

Ni tan joven que sepa que va a vivir un día más"

Lo importante es lo que hacemos con nuestros días

sean muchos o pocos

Y somos libres de hacer lo que realmente queramos hacer.

***

Gracias Fili por tu compañía

por tus maullidos bajitos

y las almuadillas blandas de tus pies

que es apoyan en mis piernas

manteniendo el equilibrio perfecto

Casi etéreo el peso

y tu ronroneo

que me acompaña

como música de fondo.

***