Desde mi ventana
veo el mundo
Y, aunque a veces
me parece un poco absurdo,
dejo transcurrir los minutos
contemplando un simple árbol
balancear sus ramas desnudas
al ritmo milenario del viento
Y me siento en paz
me siento en casa
me siento en el hogar
sintiéndome entre sus ramas
siendo yo también balanceada
2 comentarios:
Pi, las ventanas siempre abastecen posibilidades de serenidad. Si las cerramos porque nos ha entrado luz, entonces encerramos algo bello y lleno de calor.
Sixteen nine.
Serenidad, que bonita palabra...
En cuanto a la luz a veces asusta tanto como la oscuridad
Sixteen five
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