lunes, 6 de abril de 2009

Adios a mis ojos-cámara

Adiós a mi cámara
El otro día dio su último vuelo en Peña Telera, en la vía "Maribel" en un desnivel de 500 metros para acabar desmembrada con una foto que ya nunca podrá ser descargada...
Y otras que nunca ya serán tomadas...
Encima de mi escritorio hacían cola para su estudio particular varios prunus: flores de cerezos, ciruelos y peral, además de preciosas esferas de vilanos que encontraron su punto de equilibrio en un tronco y que ahora os tendréis que imaginar. Es lo que tiene lo efímero.
Las flores fueron más efímeras todavía esta vez por acción animal. Mis gatos que les gusta probar sabores nuevos y tiraron el vaso con agua donde guardaba las ramitas (a la espera de la cámara que nunca llego) derramando el agua por encima de tantas cosas importantes... y mi portátil.
Otros aparatos como la radio o televisión no me hubieran importado perderlos, para lo nada que ya los utilizo... ¡pero mi cámara y mi portátil!
¿Y todas mis fotos pensadas?
El curioso y único fruto redondo y rojo, como una gran cereza, que resultó ser un yoyó enganchado a una rama, la evolución de los brotes de mi espino particular, esas luces mañaneras que iluminan solo una parte de la peña Oroel...
Y los troncos que encontramos en nuestra excursión y que las niñas imaginaron como el trono de los malos pues, en sus retorcidos pliegues, hasta calaveras hayaban.


Menudo intenso fin de semana. Alguna vez he hecho una lista de lo que puede dar de sí un solo día para cuando me da por pensar que no hago nada. Lo que no se es como se pueden hacer tantas cosas.

Ayer
Levantarme, escribir, ir a pinchar al yayo como cada mañana para deshacer el trombo de su pierna, nadar mis largos diarios, limpieza semanal de la casa, excursión familiar al campo, visita a la yaya, jugar y dar de cenar al hijo de una amiga que estaba mala, llevarlo de nuevo a su casa... y todo eso después de que antes de anoche habíamos trasnochado viendo los cráteres de la Luna, los anillos de Saturno y conociendo nuevas constelaciones en Sabiñánigo...
El fin de semana también acogió en su seno varias reuniones (estoy harta de hacer alegaciones de cosas que me parecen tan evidentes) más cosas y dos cólicos, supongo que mi estómago no es tan fuerte como yo quisiera. Pero no me quejo. El tiempo todo lo cura.

2 comentarios:

cristal00k dijo...

Y yo me pensaba que tenía poco tiempo. Niña, si te haces con un bombo y una armónica serás la auténtica mujer orquesta. es lo único que te falta...
Sin cámara y sin portátil... va a ser que no ha sido tu mejor semana.
Besos energéticos.

Amparito dijo...

Me he debido explicar mal, Cristal.
A el portatil, efectivamente le cayó el agua encima, pero lo sequé y ahora mismo estoy escribiendo en el (afotunadamente)
Otras cosas no tuvieron tanta suerte y es que el agua puede ser más destructora que el fuego.

Besitos recibidos y devueltos recargados
Amparito