Ya se
que mi felicidad
no puede depender de otros
Que tiene que nacer de mi misma
Pero me siento tan alegre
tan impulsada
con tantas ganas de comerme el mundo
cuando me siento reconocida
en otra mirada
. . .
Da igual que la mirada sea infantil
o de alguien que no me conozca
o de alguien que me conoce de toda la vida
y parece mirarme como si me viera de nuevas,
como si me mirara por primera vez.
.
Aunque "sea más importante lo que pienses de ti misma que lo que puedan llegar a pensar los demás de ti" no cabe duda que las miradas de los demás nos conforman y nos construyen, nos arropan o nos destapan, nos atan o nos desatan... no en vano somos animales de manada.
***



1 comentario:
http://tempero-koroneiki.blogspot.com/2008/11/debelar.html
Te dejo ese enlace en el que la manada cuenta. No sé si conocerás el vídeo que adjunto pero de él siempre he pensado que tenemos aún mucho que aprender.
Publicar un comentario