domingo, 24 de mayo de 2009

Precios que pagar


El otro día, hablando con un padre sobre el motivo por el que pagaba todo cuanto le pedían los curas o monjas de su colegio privado concertado (es decir sostenido por el estado, pagado por todos nosotros) en el que le habían dado plaza cuando lo trasladaron a esta ciudad, me contestó:
-Es que hay que entrar en el grupo
Pero, ¿cuál es el precio por entrar en el grupo?
Y ahora no me refiero solo al monetario.
¿Hay que dar de lado a los rechazados socialmente para ser aceptado tú mismo?
Es algo de lo que, mis hijas, se están empezando a dar cuenta. Y yo tengo que contenerme las lágrimas o las ganas de decirles todo lo que yo pienso porque quiero que descubran ellas mismas y que elijan en libertad.
Suerte, pequeñas, en vuestras difíciles decisiones.
***

2 comentarios:

Amparito dijo...

Este tema ya estuvo en este blog y odio repetirme. Pero el tema se repite igual o con más virulencia.
Yo no puedo, no debo pasarlo por alto.

Besos, todos los posibles y solidarios con todos los humanos, mis hermanos,

Pili Amparo

Tempero dijo...

Para éso están las tijeras: para cortar por lo sano. Pero no es que los padres quisieran entrar en el grupo: ¡¡ya están en el grupo!! desde que decidieron ese colegio.

Besos.