Adios a Fili

Ayer nos despedimos de mi gatita Fili. Llevaba más de quince años conmigo y ya era adulta cuando la adopté de la protectora.

Lo que le quedaba de vida iba a ser un calvario pues su cancer de huesos con la metástasis se había extendido al hígado y a más sitios.

Fue una decisión difícil pero confieso que ahora siento alivio por el sufrimiento que le hemos evitado.

Y pensaré en la buena vida que ha llevado estos largos años y los buenos momentos que hemos disfrutado juntas.

Es raro llegar a la sala y no oír su maullido de buenos días. Ya no tenía fuerzas para acompañarme mientras escribía. Pero aun ronroneaba cuando le acariciabas. La echaré de menos.