Chaqueta, palestino, libro, libreta, boli y a coger la bici! He salido de casa con una sonrisa difícil de borrar, he empezado a pedalear y lentamente he ido acelerando el ritmo. Rambla abajo ha sido mi destino, hasta que he llegado a mi pequeño rincón, allí donde las olas mueren, donde los peces viven, donde el agua llega a la orilla y se va apoderando cada vez de más arena.
Nada había cambiado desde la última vez que vine. Sentada donde siempre la marea me ha cautivado, he dejado la mente en blanco y estirada, mis sueños han empezado a aparecer.
La brisa acariciaba mi rostro, mi pelo volaba al ritmo que el viento le hacía danzar...la libertad y protección de mi rincón ha vuelto a invadirme.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario