Esto no son tomates

Aunque tengan tan buena pinta, todos tan iguales y coloraditos... la realidad que ocultan dentro es una falta casi total de sabor, sobretodo si los comparamos con los que mostré el otro día.

Yo aspiro a ser un tomate autentico. Me da igual ser diferente por fuera, incluso raro, no cumplir los parámetros señalados de la normalización, no entrar en el envase preparado por exceso o por defecto. Aspiro a tener algo autentico dentro a ser posible sabroso. No ser pura imagen. Ser.

Tras la entrada fantasma de ayer, vista y no vista (gracias Tris) me vuelvo a replantear que demonios hago escribiendo un blog:

• Me gusta
• Algo de mis experiencias puede servir a otr@s rar@s para decir: no estamos solos
• Tengo un sitio no privado para desahogarme de las pequeñas-grandes frustraciones de la vida, la cotidiana o la de toda la humanidad
• Descubres gente maravillosa
• Es una especie de terapia
• Me estimula y me abre nuevos caminos
• A veces espero demasiado de este mundo (como si fuera un agujero negro que fuera absolviendo parte de mi energía para la vida "real")
• A veces es lo contrario y me da ánimos para enfrentarme a otro día, que aunque pueda parecer igual a los demás, en un nuevo enfoque de percepción extra, me ayuda a superar y hasta a disfrutar del mismo. Ese extra, a veces, me lo da la red y sus habitantes.

En definitiva, seguiremos por aquí pese a pesar de haberme planteado dejarlo definitivamente. Creo que las ventajas son más que las desventajas.

En cualquier caso, compartir con sinceridad y humildad, no creo que sea malo.

Besos a tod@s, ya sabéis, todos los posibles (que sean muchos y cariñosos)

Pili Amparo Ortega Gómez (la aspirante a tomate autentico)