domingo, 25 de octubre de 2009

Paredes

Varias modas consecutivas de papeles pintados fueron decorando este hogar hoy abandonado. Siempre me ha gustado fotografiar las paredes desnudas cuando derriban una casa. En los armarios empotrados suelen quedar perchas. Se ve la mancha que dejó el hollín de la chimenea, los rayotes que pintaron en las paredes los niños, la huella que dejaron muebles y sudores... en definitiva marcas del paso de los humanos que allí habitaron, sus gustos y sus disgustos.

Lo que me pasa con esas fotos es que luego no se que hago con ellas. No tienen cabida en un álbum familiar y yo no soy muy dada al orden... así que acabo perdiéndolas. Pero ahora que tengo un blog os castigo a vosotros, queridos lectores, con las mismas.
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En la de arriba me encanta la elegancia con que las hojas formaban una cenefa en el papel más antiguo de los que se distinguen. Parece de estilo "art deco", aunque no se nada de decoración...
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En la de abajo, la cortina que flotaba al viento (salvo cuando saqué la foto) y el marco sin cuadro, ni foto dentro, no pueden representar mejor imágenes del abandono. La tristeza que nos produce ver los testigos de que el tiempo pasa y otras personas han pasado por este mundo antes que nosotros, quizá haciéndose las mismas preguntas que nosotros, quizá otras, pero ninguna ha resultado ser eterna. Y es que somos tan efímeros o más que estas paredes que alojan recuerdos. Disfrutemos pues de nuestro breve tiempo y dejemos que en el futuro, los que nos sigan, puedan seguir haciéndolo. No es tan fácil como parece, pero puede hacerse. Puede hacerse.



Posdata (solo para escudriñadores de fotos): me gustaría saber que es la bolsita (aparentemente de tela) que cuelga de un clavo al lado de la ventana. A ver si alguien me lo sabe decir. Y gracias anticipadas.

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