La luna ayer
tenía dos aureolas
como dos arcoiris
que le acompañaban
Los carrizos
entrechocaban
entre si sus cañas
Momento de felicidad y calma
que, después de la tormenta,
no llega a apaciguar mi alma.
sábado, 27 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario