domingo, 18 de abril de 2010

No necesito despertador

Hace ya años que me despierto temprano.
Lo que ha cambiado hace unos meses es que antes no me podía volver a dormir y ahora si.
Me escondo en la cuevita de las sábanas retrasando todo lo posible otra nueva incursión en la vida diaria.
Me dije: ¿quizá necesite comprarme un despertador?
Volver a despertarme temprano. Meditar. Escribir...
Pero un despertador no te da ganas de despertarte. Simplemente te avisa.
Es el mismo aviso que tengo yo (creo que todos tenemos) de manera natural de que es la hora de despertar.

Ya sabéis el precepto chino que dice :

"El dinero, puede comprar una casa, pero no un hogar. Puede comprar una cama, pero no el sueño. Puede comprar un libro, pero no el conocimiento. Puede comprar una posición, pero no el respeto. Puede pagar un médico, pero no la salud. Puede comprar la sangre, pero no la vida. Puede comprar el sexo, pero no el amor. Puede comprar un reloj pero no el tiempo."

Yo añadiría: Puede comprar un despertador pero no las ganas de levantarse.


Así que mis deseos de que tod@s tengáis muchas ganas de levantaros y de disfrutar de vuestra propia vida, que es lo que toca.

No hay comentarios: