siguiendo los pasos al de Manuel Sanjuán Nájera que me acompañó con las dificultades de la ortografía de niña
y ahora acompañan a mi hija y su TDA
Siempre me han repateado las injusticias, desde niña. Creo que es algo instintivo. Mis hijas, cuando se sienten injustamente tratadas se unen y se defienden mutuamente.
Pero también es instintivo lo contrario, el unirse al grupo de los que agreden y acabar participando.
Desde el patio de juegos del cole vengo observando siempre la misma tendencia humana: cuanto más débil es un individuo más recibe. Mas insultos, más empujones... y suerte si nos quedamos solo ahí.
Los parques son un excelente observatorio de comportamiento humano. Los niños pequeños son seguidos de cerca por sus madres (algún padre también hay...) que los levantan cuando sus tambaleantes pasos les han hecho caer.
Pero una vez que pueden jugar por si mismos parece que ya no requieran ningún control salvo avisarles de la hora de irse a casa o acudir cuando hay un conflicto anunciado, generalmente, en forma de llanto.
Esto es lo que ocurrió ayer en el parque. Hubo un conflicto. Hubo unas lágrimas. Y entonces se acudió a ver que pasaba.
Si a los niños suele ser una delicia observarlos y solo raramente hay que intervenir corrigiendo algún mal comportamiento... observar a los progenitores no suele ser tan reconfortantes.
Raro es el adulto que, inmediatamente no se pone de parte de su hij@, generalmente conmovido por las lágrimas. No nos paramos a averiguar nada. O cuando lo oímos simplemente no lo creemos porque "los demás niños mienten pero mi hijo no"
Los niños son especialistas en hacerse las víctimas. Y los padres tenemos el deber de saberlo para tratarlos con la máxima ecuanimidad posible.
Un grupo de niños pequeños se unió a un líder que los lleva siempre a defender el territorio de "enemigos". Los enemigos son los niños desconocidos, que no van a su mismo cole.
El ataque consiste en echarlos, con insultos, tirándoles piedras, amenazándoles con palos, empujándoles o tirándoles de la camiseta.
Si los otros niños se defienden del ataque llegan las lágrimas por parte de los pequeños que encontrarán, casi siempre, la solidaridad de sus progenitores en tan pernicioso juego.
Yo ayer tenía un privilegiado observatorio: yo los veía y oía pero ellos a mi no.
Estaba atenta porque no era la primera vez que me encontraba ante un caso parecido con los mismos niños pequeños de protagonistas pero frente a otros "desconocidos mayores". (Hay que decir que su estrategia encima da resultados porque los otros niños no han vuelto al parque)
Las madres que acudieron optaron entre la bronca a "los otros niños mayores que han pegado a mi hija" o intentar recabar más datos. Poner en duda tanto lo que decían unos como otros y escuchar a un testigo privilegiado o ignorarlo.
La justicia es una de las cosas más difíciles de lograr pero tenemos es deber de seguir orientando los pasos de nuestros hijos aunque ya sepan correr y trepar por los árboles.
No es cuestión de elegir entre las lágrimas de una niña u otra. Si elegimos convertiremos a una en víctima y a otra en agresora.
Tenemos el deber de estar presentes y educarlos en valores, nuestros propios valores. Y esperar que algo positivo les quede en la mochila.




3 comentarios:
Buenos días, aquí estoy de relax, sobre este tema ¿qué hacer, qué hacer, te preguntarás? Era un grupo punk que escuchaba cuando era joven, creo que dicho grupo se llamaba Cicatriz.
Es difícil ser juez y parte. Si sólo eres juez, pudiera ser que llegarás a ser objetivo, pero como decía un profesor, difícilmente se puede ser objetivo, cuando somos sujetos,"o sea se", que siempre seremos subjetivos. Si aparte de juez, eres parte, entonces se acabó la objetividad. Yo, personalmente intento educar a mis hijas,bueno a una por qué la otra está en edad de crecer libre, ya llegará la hora de marcarle unas pautas. Bueno, a lo que voy que me enrollo como una persiana. Y me resulta complicado pues: 1º No es lo que uno cree también esta la otra parte que tiene sus creencias.
2º Está la sociedad que impone sus pautas.
3º El círculo donde ella se mueve que le influye.
En fin, que no sé, pero creo que esto es un trabajo en conjunto de toda la sociedad, desde arriba hasta abajo y todos a una en:RESPETO. Un saludo.
Pero precisamente lo que necesitan los niños (y algunos adultos que no han madurado) es pautas.
La anarquía es muy bonita. Pero seguramente recordaremos como a nuestros mejores profesores aquellos que fueron exigentes y que sacarón lo mejor de nosotros mismos y sobretodo porque nos orientaron esa vez que andábamos tan perdidos
Gracias por el comentario
Pero también está la famoso frase de no se que pueblo indígena:
"Educar a un niño es tarea de toda la aldea"
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