miércoles, 25 de junio de 2008

Santa Orosia




Hoy es un día mágico.



El día de Santa Orosia venían de lejanos lugares para que la santa les librara de males (espirituados y endemoniados)



Yo, que me declaro agnóstica, que, incluso, he pedido información para apostatar de una iglesia católica en la que cada vez veo que la balanza se inclina más a lo negativo que al verdadero mensaje de un Jesús revolucionario y libertario: el sueño igualitario, tengo que confesar aquí que tengo fe en Santa Orosia.



Y aquí cuento mi particular milagro, que ya se que es una tontería, pero una tontería que coincidió con las campanadas de Santa Orosia, esas que sonaron solas cuando el pastor a quien se le apareció la santa, trajo sus reliquias a Jaca.



Yo estaba trabajando. Hacía ya meses que andaba enganchada al dichoso juego del ordenador "buscaminas" Uno de esos juegos que viene ya instalado en "el paquete". No era que jugara más de lo que me apetecía... no. Es que llegaba la hora de acabar mi jornada laboral y yo, en lugar de irme a mi casita, me quedaba jugando en pos de un nuevo récord... La verdad es que por aquella época nadie me esperaba en casa (me había dejado mi novio y compañero) y nunca dejé de realizar mis obligaciones por el dichoso juego. Pero me sabía malo dar parte de mi libertad y mi tiempo a un juego chorra en el que,(ya puestos a confesar se confiesa todo) además era mala.
Bueno pues el mérito de Santa Orosia consistió en permitirme ganar. Me dije:
-Santa Orosia, Santa Orosia, si gano esta pantalla, prometo no volver a jugar.
Las campanas sonaron en la calle. La pantalla, de no recuerdo que dificultad, quedó completada.
Y yo cumplí sin ningún esfuerzo la promesa. Nunca he vuelto a jugar. Ni a eso ni a nada.

Me sentí liberada de una dependencia tonta que no me aportaba nada. Y sentí lo que era estar enganchada a algo.
Yo que no he fumado un cigarrillo en mi vida (de pequeña me debieron dar una calada y debo tener tan mal recuerdo que ni se me ha pasado por la cabeza fumar), que no he siquiera probado las drogas (la verdad es que nunca he visto la necesidad, alucino mucho yo solita, y no creo eso de que hay que probarlo todo), que el alcohol me sienta mal, y que cree que los hombres son para quererlos pero no para engancharse a ellos, experimenté en esa corta etapa lo que es querer dejar algo y no poder.
Tengo un hermano que fue ludópata, perdió todo el esfuerzo de su duro trabajo de muchos años. Ahora lo admiro porque ha remontado desde cero y esta superándolo. En la generación de mis hermanos mayores hubo muchas drogas y muchos acabaron mal.

Yo supongo que ver la experiencia en otros (aunque parezca que de pequeña no te enteras de nada) ayuda a tomar las buenas decisiones en tu vida.

Bueno, Santa Orosia, sigue protegiéndonos a mi y a mi familia y amigos. Yo, agnóstica y todo, ya ves, te tengo fe.

Hay que dejar siempre una puerta abierta a lo desconocido...




Fotos de Francisco De las Heras entorno a 1920

3 comentarios:

Amparito dijo...

Al explicarle esta historia a mi hija Alba, de 8 años, me ha dicho:
-Pero, para eso no necesitabas a la santa, solo pensarlo tú.
Y no he podido evitar darle la razón. L@s niñ@s siempre nos aplastan con su gran sentido común desprovisto todavía de condicionamientos sociales que "los adultos" vamos adquiriendo sin darnos apenas cuenta...

El barruntador dijo...

Tu hija Alba tiene toda la razón. Santa Orosia hizo poco. ¿Llegóa existir esta santa?.

Amparito dijo...

Hay discrepancias en torno a si era sobrina de un obispo del siglo VIII o princesa bohemia...
Pero fué en el siglo XI cuando se apareció a un pastor de Yebra de Basa (otro lugar mágico) donde hoy se celebra una preciosa romería...
Para mas datos:
http://www.andarines.com/culturapopular/santa.htmico)