El viaje comenzó temprano. Hacía ya casi seis meses que sus ojos se abrían a las seis de la mañana si que ella pudiera hacer nada por volverlos a cerrar. Ella que era una marmotita. Ella que retozaba entre las tibias sábanas todo cuanto le fuera posible...
Algo había cambiado y ese algo era su alma. Se miró para adentro, muy adentro. Lo que vio quizá no le gustaría a otras personas:
Era un alma libre
Libre de amar
y vivir según sus convinciones
Lo que ella pensase de sí misma era más importante que lo que los demás pudiesen llegar a pensar y eso lo sabía hace tiempo.
Se sentía en paz con su alma
Eso era lo que ella deseaba
Eso era lo que estaba consiguiendo
Eso es
Sé
Vive libre como el viento
Vuela alma, vuela...
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1 comentario:
Envidia sana te tengo. Yo estoy lleno de contradicciones. ¡Qué bien te expresas!.
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