Los hombres y... la conducción de carritos de bebé

Los hombres y... la conducción de carritos de bebé

Siempre me ha gustado observar como los hombres conducen los carritos de bebé. Hace solo unos años era raro verlos. Ahora ya es de lo más normal. Sin embargo en la actitud al conducirlos sigo viendo los mismos tipos que antes:
(Quede claro que este es un ejercicio de humor y no hay que tomárselo demasiado en serio y que yo, además, soy una pésima conductora de carritos)

1. Esta el tipo: "Este carrito no lleva nada dentro" y menos un ser delicado y vulnerable como un bebé. Son los que conducen el carro con una sola mano, no tienen en cuenta disminuir la marcha cuando llegan a un bordillo, esperan en el semáforo con parte del carrito asomando a la carretera y cuando se paran a charlar con alguien no enfocan la sombrilla para evitar el sol a su retoño.
   De hecho, como he dicho al principio, parecen olvidar por completo que llevan a su hijo dentro.
2. Otro tipo es: "el del carrito del super". En este caso el carro no está "vacío" pero, en lugar de llevar una persona, parece llevar un objeto. No pierde ocasión de darnos los datos de este objeto:
   "-Pesa 5 Kilos 220 gramos. Está por encima del percentil 50 porque tiene una talla de 57 centímetros que para un mes ya es... Lo mejor es el Perímetro cefálico que es de 41. La verdad es que no nos extraña porque al nacer ya dió 10 en todos los resultados del Test de Apgar... Ya ingiere 100 mililitros en el biberón..."
   Al llegar al bar a tomar el aperitivo del domingo aparcan el carrito en una esquina y hacen el gesto de sacarle la moneda del manillar... Y, por supuesto, no sacan "el objeto" de su interior.
3. Está el tipo: "Deportista". Al que no hay que confundir con el primero aunque este también conduzca con una sola mano y vaya corriendo (estilo el anuncio de San Miguel 00). En este caso lo que hay dentro del carro es suyo "¡Y MUY SUYO!" Y va a enseñarle a ser un macho, ya desde pequeño (esperemos que sea niño) Cuando el crío llora, más que mecerlo alante y atrás, parece ejercitar sus bíceps.
4. Hay un tipo muy especial al que yo adoro mirar. Es "el armonioso". Parece acompasar sus pasos a la velocidad exacta que exige el carrito. Sus brazos ligeramente flexionados, sin llegar a ser forzado el gesto. Sus manos sujetando con firmeza el manillar. Su cabeza se inclina de vez en cuando, para comprobar, con ternura, el estado de su cachorro. Y, si este lo requiere, no duda en parar, sacarlo de su seguro recinto, cogerlo con una mano detrás de su delicada cabecita y otra en su espalda para sujetarlo con el equilibrio exacto entre firmeza y ternura. Tampoco es que se dediquen a mirarlo todo el tiempo. Pueden estar en un parque con su bebe apoyado en su hombro observando a través de este particular balcón el mundo, mientras con la otra mano sujetan el libro que leen abstrayéndose del ruidoso entorno.
   No sé como lo hacen. Supongo que en una mujer es normal ver este tipo de gestos y por eso no nos sorprende.

O será que aun somos un poco monos y, como en un documental que chimpacés que vi una vez, los monos que no conseguían pareja por ganar peleas lo compensaban teniendo una actitud juguetona y protectora con los pequeños de la manada.
Las mónitas, por lo visto, apreciaban esos gestos. Me reconozco mona.

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