Carta a mi misma de niña

El mundo, junto a la montañas, de tu futuro a 3 de Diciembre de 2008

Hola niña Amparito:

Me gusta verte ahí, en mi pasado, jugando en el recreo del cole en ese rincón que olía a butano, con la compañera de juegos que sigue siendo tu aliada: tu imaginación.
Sin hacer caso a los que te decían que soñar no sirve para nada. Imaginando que hablabas con las plantas de los setos y las cuidabas. O pensando que un cartón con forma de casa había sido regalo de tu amigo el viento...
El viento, ese que luego se transformó en tu amante y con el que imaginaste tener una familia de hijos entre el transparente aire y la contundente carne, que en ellos perdían las fronteras de los límites de la materia... pero eso fue mas tarde, en tu adolescencia...
Me gusta tu sonrisa tan limpia y llena de expectativas... me gustas Amparito niña, y no te cambiaría por ninguna otra niña con más memoria o más lista, con más amigas o otra familia. Nunca quise ser nadie que no soy.
Me alegra poder hablar contigo y decirte que en el futuro te esperan grandes alegrías, también tristezas. Y de lo poco que yo he aprendido y que tú aun no conoces solo te puedo decir que los problemas son amigos disfrazados. Y que lo que a la larga más compensa en este mundo es ser honrado hasta contigo mismo, siendo "tu misma" .

Te quiero niña, sigue con tus sueños y lucha por ellos.

Besos, todos los posibles,

Amparo

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