"Creo en ti, mi alma..." de Walt Whitman

WALT WHITMAN
(versión adaptada)


Creo en ti, mi alma, la otra que soy no se rebajará ante ti,
y tú no te rebajarás ante ella.

Tiéndete en el pasto conmigo y desembaraza tu garganta,
no son palabras, ni música, ni versos los que preciso,
ni hábitos ni discursos ni aun los mejores,
sólo quiero el arrullo, el susurro de tu voz suave.

Recuerdo cómo nos acostamos una mañana
transparente de estío.
cómo apoyé mi cabeza sobre tus caderas y la volví a ti dulcemente,
y me estiré hasta tocar la barba,
y luego hasta tocar los pies
y abrí tu camisa sobre el pecho
y hundí mi lengua hasta tocar tu corazón desnudo.

Velozmente se irguieron y me rodearon
el conocimiento y la paz
que transcienden todas las discusiones de la tierra
y desde entonces sé que la mano de dios ha sido prometida a la mía
y sé que el espíritu de dios es hermano mío
y que todos los seres humanos que han nacido son mis hermanos,
y los hombres mis hermanos y mis amantes.
y que el sostén de la creación es el amor,
y que son innumerables las hojas rígidas
o que se curvan en los campos,
las negras hormigas en las grietas bajo las hojas,
las mohosas costras de seto,
las piedras hacinadas,
el saúco,
la candelaria,
y la cizaña.

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Mi poema favorito y el único que me se de memoria (aunque al final siempre me lío, así que este tampoco puedo decir que me lo sepa) Me gusta recitarlo en alto cuando voy por un camino solitario, en esta versión adaptada por mi misma. De momento, nadie me ha pillado hablando sola. Aunque la verdad es que, rodeada de naturaleza, dudo mucho estar sola.

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