sábado, 9 de mayo de 2009

Me quedo con los besos


A veces me quedo solo con los besos

pero otras

quiero indagar más

y mirar también de frente

a esos odios que,

aparentemente,

provoco,

los que no entiendo.


A veces me parece ver

el brillo de la envidia

en unos ojos

que echan chispas

y me gritan.


Pero, ¿envidia de qué? me pregunto

Ya se que a veces sonrío

pero, ¿se puede tener envidia

de una sonrisa?

Ya se que a veces me muevo

por solitarios caminos

¡Pero están abiertos

para todo el mundo!

¿Envidia de qué?

¿Envidia de no ser

lo que desean ser?

¿de no atreverse a ser?


Me quedo con los besos


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