Yo no tengo celos de nadie, salvo del aire

Yo no tengo celos de nadie
Salvo del aire
Por tocarte
Por introducirse en tus fosas nasales
y llenar, en un momento,
tus preciosos y rosados plumones.

Yo no tengo celos de nada, ni de nadie
Salvo del aire
Que te toca todo el tiempo
Se mete en tu suave boca
y te llena de vida en un momento.

Yo no tengo celos de nadie
Salvo del aire
Que se divide e inunda tus venas
recorriéndote todo por dentro
como yo quisiera.

Yo no tengo celos
Solo me muero de celos del aire
que, al fin y al cabo,
no es nadie

Poema leído ayer en un curso de introducción a la poesía de la escuela ESAE a petición de mi amiga Concha Cano.
Gracias por todo.
De mi poemario (sin publicar) "Buscadora de buscadores de tesoros interiores"